Cada vez que viajamos a otra ciudad caminamos cada callejón, cada secreto, cada hallazgo con toda la intención de conocer su verdadero latir.
Y Buenos Aires tiene un latir intenso. Si la sabes encontrar, explota de creatividad.
Y personalmente me cuesta. Me cuesta circular libremente. Me cuesta esa mezcla de propuesta y cautela, de intriga y cuidado.
Nápoles Bar es un galpón enorme en Barracas, repleto de reliquias extravagantes, donde siempre es de noche. Sorprende por donde lo mires. Casi que la comida es una anécdota. Y ahí fuimos.
Y con cuatro horas, una vuelve plena de experiencias, batucadas, historias y calle.
Por los chicos, por nosotros y por un latir más argentino. Como me gustaría que no me cueste.
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Nápoles Bar
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FOR HEARTBEAT MORE ARGENTINE
Every time we travel to another city we walk every alley, every secret, every discovery with every intention of discovering its true heartbeat.
And Buenos Aires has an intense heartbeat. If you know how to find it, it explodes with creativity.
I personally find it difficult. It is difficult for me to move freely. It costs me that mixture of proposal and caution, of intrigue and care.
Last Saturday we managed to have lunch in a huge warehouse in Barracas, full of extravagant relics, where it is always night. Surprise where you look at it. Almost the food is an anecdote.
And with four hours, one returns full of experiences, "batucadas", stories and streets.
For the kids, for us and for a more Argentine heartbeat. I would like it not to be difficult for me.
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